jueves, 18 de febrero de 2016

UN SOFTWARE PARA CAMBIAR VIDAS

El ingeniero de la UHU Andrés Mejías crea un programa vinculado a un casco inalámbrico que mide el nivel de atención y relajación de niños que siguen tratamientos en el CAIT de ASPROMIN

Hay denominaciones, definiciones y tecnicismos que a simple vista (o escucha) poco dicen a cualquier mortal que se precie. No obstante, sus palabras amparan avances que pueden cambiar la vida de muchas personas. De esta forma, el nombre del proyecto que nos ocupa -Sistema de optimización de la eficacia en la intervención en Atención Temprana- puede marcar un antes y un después en el desarrollo de niños usuarios del Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) de Aspromin en Huelva, con algún tipo de trastorno o bien de discapacidad. 

La iniciativa, ideada por el profesor de la Universidad de Huelva Andrés Mejías, se aplica en estos momentos de forma experimental en seis niños y está basada en un software y una aplicación que permiten evaluar la adecuación de las intervenciones y actuaciones (logopedia, psicología, fisioterapia…) que los profesionales realizan en el CAIT mediante el estudio de la atención y de la relajación a nivel cerebral del niño mientras recibe estas intervenciones. 

"El principal problema que hay en la educación temprana es que hasta ahora se realizan tratamientos pero no hay forma de evaluar si son realmente eficaces. Por ejemplo, cuando un niño tiene dificultad para comunicarse contigo, no sabes por qué no realiza el ejercicio: si es porque no te entiende o porque no presta atención. Se intenta así buscar una forma objetiva de, al menos, medir la atención", asegura el docente, que pertenece al departamento de Ingeniería Electrónica, de Sistemas Informáticos y Automática de la Onubense. 

Para ello, un casco inalámbrico (producto comercial de bajo coste) mide las ondas cerebrales como si de un encefalograma se tratase, y con una calidad propia de la investigación. Cuenta con un circuito integrado de última generación, con sensor en la frente, y dispone, además, de un algoritmo: un pequeño programa que indica el nivel de atención que el pequeño tiene en ese momento, así como su grado de relajación. Tal y como explica Mejías, es muy ligero, tiene autonomía y funciona con una simple pila. 

De esta manera, el niño realiza ejercicios con el casco puesto y este posibilita una medida real de la atención que presta en ese momento, así como de la relajación, mientras lleva a cabo una sesión de logopedia o de cualquier otro tipo. Todos los datos quedan registrados y se guardan en una base de datos centralizada en el servidor, de modo que los profesionales pueden evaluar los resultados y ver si en determinados ejercicios el niño está despistado o concentrado, sabiendo así qué ejercicios aprovecha y le resultan eficaces y útiles. 

"Imagínate que el niño realiza un ejercicio con fichas, bien de formar parejas o de buscar algún tipo de relación. Lleva puesto el casco y el programa está grabando en vídeo al tiempo que se están registrando todos los datos. El programa está pensado para que el profesional conozca perfectamente los ejercicios que hace, cuáles son los datos del niño y todos los datos estadísticos", apunta. Pero la tarea no termina con el uso del caso en el centro, ya que se trata de un proyecto integral que busca implicar a todos los agentes que forman parte del ámbito educativo. Por eso el casco se probará también en el ámbito familiar y escolar a efectos de analizar los resultados en los tres ámbitos. 

Según explica el Director del CAIT de ASPROMIN, José Manuel Moreno, a raíz de la iniciativa la asociación ha puesto en marcha un departamento de investigación y desarrollo apoyado por profesionales que la entidad pone a disposición para todo aquello que sea investigación, siempre enfocado a la discapacidad, a los trastornos en el desarrollo a la atención temprana. Lo ha hecho de una manera altruista y con el único objetivo de conseguir que todos los tratamientos que se lleven a cabo sean lo más eficaces posibles. Ese departamento trabajará muy directamente con las administraciones públicas, sobre todo con Educación y Salud, con la UHU, así como con los colegios. 

Mejías colabora de forma asidua con Aspromín en la preparación y creación de proyectos de carácter tecnológico orientados a la mejora de la Atención Temprana desde que José Manuel Andújar, de cuyo grupo de investigación sobre control de robótica forma parte, le informó de la opción de solicitar proyectos de investigación a la Junta de Andalucía para la asociación. 

El proyecto Sistema de optimización de la eficacia en la intervención en Atención Temprana fue galardonado el pasado año con el Premio Cepsa al Valor Social y con el X Premio Andaluz a las Buenas Prácticas en la Atención a las Personas con Discapacidad en la modalidad de Investigación.

FUENTE: HUELVAINFORMACION